Al comenzar el curso Renovación de la Didáctica del Lenguaje en los Primeros Grados se conformaron grupos con los docentes de cada una de las instituciones participantes, nosotras, Violi Carrillo e Isabel Reynel, nos encontrábamos solas como únicas participantes de nuestras escuelas. Debido a esto, decidimos unirnos y conformar un grupo que, con la guía de su tutora Milena Barrios, trabajó en la elaboración de las diferentes actividades propuestas a lo largo de los módulos.
Cuando Milena nos comentó que en el marco del curso era preciso elaborar una secuencia didáctica, pensamos enseguida en algo que nos venía preocupando en nuestras escuelas, como es el temor de los niños y niñas por expresar sus opiniones en público, el desconocimiento de las normas que regulan el uso de la palabra y la poca tolerancia hacia las ideas planteadas por los compañeros. Consideramos, entonces, que era importante trabajar sobre la resolución de estos problemas, elegimos apostarle a la enseñanza de la oralidad.
Se pensó en algo que, siendo agradable y divertido para los estudiantes, brindara las posibilidad de generar espacios que permitieran la construcción social de la voz en la escuela. Fue así como decidimos trabajar en torno a una fiesta cultural importante de nuestra región como es el Carnaval de Barranquilla.
Empezamos a investigar sobre las letanías, su importancia y la manera como podíamos desarrollar la secuencia didáctica incluyéndolas. Nos tomamos la tarea de buscar un texto que abordara las letanías, así llegamos al libro escrito por un docente de la Escuela Normal La Hacienda llamado Reny Padilla; lo leímos y escogimos algunas letanías acordes con la edad de nuestros niños y niñas, que manejaran un vocabulario adecuado al lugar ya que en estas fiestas las personas suelen realizar las letanías y cantarlas, pero no tienen en cuenta que su vocabulario sea decente.
La secuencia se llevó a cabo en 9 sesiones que iban siendo grabadas, realizando un diario de campo bajo la supervisión y guía constante de nuestra tutora, quien estaba pendiente siempre de todos los aspectos a desarrollar. Fue así como al finalizar la secuencia los niños ya tenían elaborado un libro de letanías que contenía cada uno de los trabajos realizados. Para ello, fue fundamental contar con la gran colaboración que mostraron los padres del Instituto Alexander Von Humboldt en la realización de las diferentes actividades programadas.
Los padres de segundo del Colegio Carlos Meisel, sede No 3, aunque ayudaron a sus niños en la realización de las actividades no mostraron mayor interés y en algunas ocasiones como es el caso de la elaboración de letanías con ayuda de los padres, llevaron poesías o cantos entre otros.
En algunos momentos, durante el procesos, encontramos que contábamos con poco tiempo para llevar a cabo la secuencia didáctica ya que se presentaban inconvenientes como la lluvia, entre otros motivos, por el que los niños y niñas faltaban a las escuelas y nos veíamos en la necesidad de aplazar las actividades programadas. Esto retrasó el desarrollo de la secuencia y ocasionó algunas modificaciones a su diseño.
Finalmente se implementó la propuesta y los resultados obtenidos fueron satisfactorios, logramos que muchos de los niños y niñas que no eran capaces de hablar ante sus compañeros, perdieran el miedo y lograran expresar sus ideas sin temor alguno. Así lo que estuvieran diciendo no tuviera relación con el tema trabajado.
Pensamos que este es un gran logro alcanzado y seguiremos trabajando cada día en ello, es un compromiso que nos queda de hoy en adelante.
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